Majestuosidad del Coloso

En épocas pasadas, mucho antes de que los asentamientos de la región azurana fueran abandonados a su ruina, los antepasados odobenus aprovecharon los poderes de la roca, la raíz y el hierro para crear temibles guardianes que vigilasen las tumbas de sus legiones caídas, incluso después de que los recuerdos de sus hazañas hubieran dejado este mundo. Poco podían saber que las materias pétreas que habían utilizado en una de esas creaciones también contenían una poderosa fuerza vital propia, una que no se contentaba con quedarse sentada esperando a que llegaran las amenazas de las tierras lejanas, una que se aventuraba a vigilar todos los territorios que necesitasen protección.