Culto de Aktok

Después de una victoria particularmente perniciosa, Venomancer se deslizó por una grieta en la tierra, para enroscarse en si mismo y concentrarse en recuperar toda su fortaleza. Pero el lugar elegido para el descanso tenía un propósito más antiguo. Allí era donde se reunían los adoradores de Aktok, un dios ancestral de las serpientes destinado a tragarse el mundo, y allí una vez por estación ofrecían sacrificios en el nombre de Aktok. Tras ser tomado por error como el precursor de su señor, Venomancer se contentó con recibir las ofrendas directamente. hasta recuperar sus fuerzas, pues luego podría seguirles los pasos a los chamanes de vuelta a su pueblo, para conseguir una comida mucho más grande.